Comprar un automóvil usado suele ser una decisión complicada pues nunca sabremos a ciencia cierta el trato que le dio su anterior propietario o si alguno de sus sistemas esta resentido y podamos salir perjudicados tras realizar la compra, sin embargo hay varias cosas que nosotros mismos podemos evaluarle al carro para no terminar adquiriendo un vehículo que haya sido reparado tras sufrir un choque fuerte y como consecuencia haya perdido sus líneas originales.
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- Revisa las ventanas: Míralas todas, el parabrisas trasero, el delantero y las ventanas laterales, asegúrate de que no tengan pequeños orificios o grietas.
Cuando un cristal original es reemplazado por uno de segunda, no lleva el logotipo escrito, pues los originales siempre tienen el de la empresa.
Es raro que más de una ventana no tenga el logo, este puede ser un indicio de que el cambio se realizó debido a un choque.
- Revisa espacios entre paneles y puertas: Comprueba que los espacios entre cada puerta y el panel de la carrocería sean rectos y tengan una distancia pareja de arriba hasta abajo.
Cuando los espacios no están alineados perfectamente o las puertas no encajan sin esfuerzo, es probable que el carro haya sufrido un accidente y que esas partes hayan sido reemplazadas.
- Línea de la carrocería: Agáchate para poder ver con claridad la línea principal de la carrocería, examínala de lado a lado fijándote en cada parte de esta, ten en cuenta que la línea se tiene que ver recta y pareja, además que la pintura debe reflejarse sin ningún tipo de distorsión. Si notas que se produce un reflejo extraño o la línea no está del todo pareja, no hay duda de que los paneles de la carrocería fueron reemplazados o acomodados para enderezarlos después de un accidente.